18 de febrero de 2013

¿Qué es la manorexia?




Cuando hablamos de problemas de alimentación, solemos pensar automáticamente en anorexia nerviosa y bulimia. Cosas de chicas, decimos muy a menudo. Sin embargo, los hombres también sufren trastornos relacionados con la nutrición y la imagen personal. Ellos son los grandes olvidados en los estudios de salud alimentaria. La manorexia es su cruz.

Hombres y problemas de alimentación
Las crisis de confianza, la falta de seguridad, la exigencia desmedida, la presión por alcanzar el éxito no solo son cuestiones que afectan al equilibrio emocional femenino. La dictadura de la estética y la influencia de los cánones promocionados por los medios de comunicación y la publicidad también afectan al sector masculino. El deseo de ser aceptado y el sueño de conseguir un físico deseable lleva a muchos hombres a someter su cuerpo a duras pruebas de las que no siempre salen bien parados. Si la anorexia y la bulimia son las vías de escape más habituales en mujeres con este cuadro psicológico, los hombres sufren su particular versión de las mismas con la vigorexia y la manorexia. Son las dos caras de una misma moneda: la potenciación extrema del físico o su total anulación. 

Manorexia, la gran desconocida
Los trastornos de alimentación suelen despuntar durante la adolescencia. Los jóvenes comienzan a sentir una cierta ansiedad con respecto a su imagen corporal. Es algo normal, muy propio del desarrollo físico y emocional de las personas. Sin embargo, deja de serlo cuando limita el día a día del adolescente en cuestión, distorsionando su relación con su entorno y con la comida. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido se ha venido observando un aumento de la incidencia de la manorexia en este país de hasta un 66% en los últimos 10 años. Estima que alrededor de 1,6 millones de personas sufren problemas alimentarios allí, de los cuales un 20% serían hombres.

Detección, diagnóstico, tratamiento
Estos tres procesos están mucho más orientados a pacientes mujeres que a hombres. Son ellas las que, voluntaria o involuntariamente, ponen en conocimiento de los profesionales médicos sus patologías. Es por ello por lo que suele considerarse que se trata de un problema eminentemente femenino. Al no ser frecuente que los hombres recurran a los servicios de salud, la ayuda que se le dispensa a los que sí lo hacen puede ser deficitaria y escasa. Normalmente, los médicos tienden a tratar la manorexia como un problema estrictamente nutricional. Sin embargo, la dimensión psicológica de la misma es esencial. Actualmente se plantea la necesidad de ofrecer orientación en las escuelas para reforzar la autoestima de los niños. 
  

2 comentarios:

  1. YO ME PREGUNTO SI HABRA TRATAMIENTO.....................

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    1. La solución está siempre en nuestras manos. Tanto a la anorexia como a la manorexia se les llama "la enfermedad del silencio" porque ataca lentamente y puede afectar a la persona toda la vida.

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